viernes, 3 de septiembre de 2010

Cuboide de doce lados dispersos cada uno de ellos en otros tantos

Doce lados por otros doce dispersos en realidades amorfas. Actuaciones humanas: perfectas, imperfectas, pragmáticas, idealistas, sensibles, insensibles...da igual, cientos y cientos de realidades en cada una de ellas; interpretaciones ajustadas a cada uno, o a cada dos. Teorías irreverentes, hechos indeseables, aciertos, infortunios, daño, cosquillas...pero mil formas de ver las cosas. Teorías que interpretan sueños, sueños que interpretan realidades, realidades que interpretan actuaciones, actuaciones que interpretan sentimientos, sentimientos que interpretan virtudes, virtudes que interpretan defectos, defectos que interpretan a mi yo... y mi yo que se pierde en interpretaciones. Actuamos según sentimos y según pensamos, de la mejor manera posible, para nosotros; o de la peor, según dañemos el perfil de la realidad que nos observa. Y vuelta a pensar, vuelta a decidir... y en mi realidad lo tengo claro, cada acierto en mis decisiones lleva parejo miles de errores, pero no voy a luchar contra lo imposible: mi condición humana. Siento mucho no haber nacido piedra.

4 comentarios:

  1. Hola Rubén muy bien interpretado como somos los humanos así somos todos,como tu lo has dicho en tu relato, ¡siento mucho no haber nacido piedra!
    pues que triste pensamiento querido amigo las
    piedras no sienten no piensan son utilisadas,a
    mi hay muchas cosas que me molestan en la vida
    pero encuentro increible los dones que tenemos
    los seres humanos de pensar por ejemplo,eso no
    lo cambiaría por nada, buen escrito amigo muy reflxibo.
    Un abrazo grande que tengas un bello fin de semana.

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  2. "siento mucho no haber nacido piedra" es un pensamiento triste si lo lees literalmete, afortunadamente la literatura te da la posibilidad de utilizar recursos estilísticos como la ironía... Gracias por tu comentario, siempre es una aegría recibir tu visita, amiga Gladys. Un abrazo.

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  3. Así es que como me sonó a mí esa ultima frase,a ironico, pero es que a veces la vida misma lo es, y tienes razón no podemos luchar contra nosotros mismos, contra nuestra condición humana.
    Muy reflexivo y enriquecedor tu escrito Ruben.
    Me encantó pasar de nuevo.
    mil besos para ti

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  4. Mi querido amigo Rubén ¿Y quien dice que una piedra no pueda sentir al igual que tú? No estamos carentes de sentimientos que ellos nos llevan hacer cosas buenas y malas, tan solo podemos saberlo por el placer que nos provoca el saber que lo hemos hecho bien. Cierto es que a su vez no podemos saber si en nuestro bien hemos podido dañar a otra persona. Pero amigo mío eso ya es harina de otro costal.
    Besos.

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