Os paso a contar todas las cosas que hemos podido realizar gracias a la ilusión y compromiso de un grupo de niños del CEIP San Mateo que, gracias al cortometraje, pudo recaudar fondos para realizar las siguientes mejoras en el Orfanato Mt. Zion de Kampala:
1. La habitación de las niñas: cuando estuvimos allí, observamos que las chicas tenían una ruina de habitación: camas rotas, habitación lleva de polvo y arena, colchones viejos y sucios, etc. Así que vimos esa como la mayor prioridad e hicimos, casi como los de reforma sorpresa: compramos literas, colchones, cemento para tapar los agujeros de la paredes (que era como un colador), pintamos..... y si viérais a las niñas..... QUE EMOCIÓN Y QUÉ GANAS TENÍAN DE DORMIR ALLÍ!!!!(En las fotos podéis ver el antes y el después)
2. Toallas, mantas y mosquiteras: sólo algunos de los bebés y las cuidadoras tenías mosquiteras, y dado que una de las profesoras habia tenido malaria hacía poco tiempo, y que sabiamos que era una zona en la que se da bastante, compramos y colocamos mosquiteras para TODOS los niños. Además, hablando con las cuidadoras, nos dijeron que los niños no teían ni toallas ni mantas!!!!! así que, igualmente, compramos una para cada uno, y no os imaginais la ilsuión que les hizo!!
3. Cajas/baúles: por cuestiones culturales y/o desconocimiento, no suelen tener cuidado con la ropa. Había ropa tirada por el patio, por los suelos, llena de arena, etc. Así que, como los armarios eran muy caros y más difíciles de gestionar, compramos a cada niño una caja metálica, recién pintadas de distintos colores en las que se puso el nombre de cada uno, para que guardasen allí su material, tanto de clase como, sobre todo, la ropa organizada. ¡¡¡Estaban encantadisim@s!!!
4. Gallinero: Las gallinas suelen estar sueltas, y los niños descalzos por todos lados, lo que suponía un importante foco de infecciones. Así que, casi sin materiales, les construimos un gallinero.
5. Almacén: Habilitamos una de las salas que tenían vacías, como almacén al que las mujeres pudieran tener acceso y en el que guaradar todos los materiales disponibles en el orfanato. Así que, limpiamos la habitación, la pintamos, la organizamos con unos bancos, pusimos un candado con 3 llaves (2 para las cuidadoras y 1 para el director, Luke) y trasladamos allí todo el material y les pedimos a las cuidadoras que organizasen a su gusto.
6- Medicinas: Dejamos en el almacén un montón de medicinas especiales para los niños con todas las indicaciones bien claras (sobre todo ibuprofeno, antibióticos y paracetamol)
7- Alimentación e higiene: compramos 100 kg de arroz, 50 de azucar, 50 de alubias, un montón de pasta de dientes, detergentes, champùs, etc.
8- Varios: además pusimos cortinas en las habitaciones para los mosquitos, mientras el equipo de trabajo estuvo allí comieron pasta, pollo, verduras y frutas....; compramos un machete para que las mujeres pudieran cortar bien la leña y/o alimentos, así como otras herramientas (bridas, martillo, ciuerdas...), pusimos unos colgadores para colgar las toallas y la ropa, compramos unos cubos para la ropa sucia de los chicos y otra para las chicas ( a fin de que cuiden la ropa), y otro como papelera en el patio, para que se acostumbren a echar allí toda la basura...
9- Entrega de materiales: También se hizo una recolecta de ropa, juguetes y material escolar en diferentes centros escolares de Bilbao. Estas cajas con todo este material llegó más tarde en un envío por correo.
Y bueno, esto es un poco, y resumiendo bastante, lo que se ha podido realizar en el orfanato para mejorar un poco la vida de est@s niñ@s. No obstante, todavía quedan muchas cosas que hacer tanto allí, como en otros orfanatos de la zona. Quizás no seamos conscientes aún, pero con el cariño y el esfuerzo de todos hemos sido capaces de regalarles muchísima ilusión a estos niñ@s, le hemos dado una oportunidad que siempre, durante toda su vida, nos agradecerán y de la que os podéis sentir realmente orgullos@s. Podemos conseguir muchímas cosas que parecen impensables con voluntad, siendo responsables con nuestros actos y tomando conciencia, pero sobre todo, creyendo que son posibles. Estoy muy orgulloso de tod@s mis alumn@s que han hecho posible este proyecto. Muy orgulloso por poder compartir en clase tanto corazón. Muchísimas gracias a tod@s, sois gigantes, ¡no lo olvidéis nunca! También quiero agradecer a mi amiga Aitzi que dedicó, junto a sus compañeros, más de una semana en Uganda trabajando desinteresadamente para llevar a cabo este proyecto. ¡Mil gracias, siempre!